UNA JORNADA EN PASACABALLOS
Un día decidimos, en comunidad, cerrar las puertas de
la casa en la misión de Bocachica (isla de Tierrabomba en Cartagena de Indias) e
irnos a pasar una jornada con nuestras hermanas de la comunidad de Pasacaballos.
De mañanita tomamos nuestro transporte público que es fluvial, hasta la ciudad
de Cartagena. Después tomamos el bus hasta Pasacaballos.
El encuentro no fue de dos comunidades, sino fue un
encuentro de hermanas como de sangre. Fueron momentos de alegría, de compartir nuestras
experiencias misioneras. Por la tardecita tuvimos momentos de oración juntas;
que rico encontrarnos así alrededor de la Palabra de Dios y en el nombre de
nuestro Instituto. Al día siguiente culminamos nuestra visita con la oración y en honor a María la madre de Dios, alzamos nuestras
voces con cantos de alegría, de alabanza.
Este encuentro como hermanas nos ayudó compartir
nuestra experiencia de una misma vocación y aunque somos de diferentes países,
continentes e idiomas lo que nos une es el carisma heredado de nuestro Padre
Fundador, el Beato José Allamano. Siendo
Hermanas Misioneras de la Consolata somos llamadas a vivir la consolación entre
nosotras en la vivencia comunitaria para después compartir esta vivencia de la consolación
a otros, en la vida apostólica.
Damos gracias a nuestro Fundador por haber hecho
crecer a sus hijas viviendo juntas en comunidad de tal manera que nos podamos
amar mutuamente como hermanas. Desde del cielo, él siempre nos acompaña con
este amor de un papá amable. Que él siempre sea nuestro modelo y guía en la comunidad
y en la misión!
Sr. Jofrida Nzasule
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