EL SEMBRADOR
Animado y contento le acompaña también el sol naciente, que con
sus brillantes y cálidos rayos, le
infunde fuerza y vigor, para comenzar su
bella misión.
Camina, atraviesa colinas, campos y valles, en busca de fértiles tierras donde, su semilla sembrar; no es muy experto el sembrador, pero el amor y ardiente celo, que le quema el corazón, lo anima e impulsa a esparcir su semilla con
esperanza e ilusión, sobre la ansiosa y
fértil tierra, ávida de producir
sabrosos frutos que agraden y den vigor.