“Padre, guía nuestros pasos…”
Hoy la Familia de las misioneras y misioneros de la Consolata, celebramos con grande alegría el 22º aniversario de la beatificación de nuestro padre fundador José Allamano. Nos unimos en espíritu de familia como así el nos soñó, a todos y cada uno de los misioneros, misioneras y laicos, que han dicho si, al seguimiento de Cristo, a través de la misión- consolación impulsada por el Allamano.
José Allamano fue beatificado el 7 de octubre de 1990 por Juan pablo II, quien selló con su autoridad el reconocimiento tributado en vida y después de su muerte, con diferentes apelativos: “santo de la Consolata”, “padre providente”, “formador y maestro del clero”, “sacerdote para el mundo”. Durante la homilía de beatificación, el Papa, entre otras cosas, dijo:”En el momento en el que es incluido entre los beatos, José Allamano, nos recuerda que para permanecer fieles a nuestra vocación cristiana es necesario saber compartir los dones recibidos de Dios con los hermanos de todas las razas y de todas las culturas; es necesario anunciar con coraje y coherencia a Cristo a todas las personas que encontremos, especialmente a los que aun no lo conocen”.
En su testamento, José Allamano dejó escrito a los misioneros y misioneras palabras de aliento, que seguramente se pueden considerar como dirigidas a todos los que desena seguir su espiritualidad misionera: “Por ustedes he vivido tantos años, y por ustedes he consumido bienes, salud y vida. Espero que, al morir, pueda convertirme en su protector desde el cielo”.
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