FELIZ FIESTAS!!!
miércoles, 12 de diciembre de 2012
2º DOMINGO DE ADVIENTO
Lucas 3, 1-6
El tiempo de adviento siempre se ha caracterizado por llamarnos a la
conversión. Conversión que significa “cambio en nuestro modo de vivir para que
se nos sean perdonados nuestros pecados” Cfr. Lc 3, 2ss. Cambio y
perdón, dos palabras que justifican la venida del Señor. Dios ha tenido desde
toda la eternidad un proyecto pensado para nosotros pero a causa de la libertad
humana que concedida a cada uno de nosotros, este proyecto con dificultad se
realiza pues nuestro orgullo no nos permite concederle a Dios el puesto que le
corresponde en nuestra vida impidiéndole que su sueño se realice pronto que es
el de ser reconocidos plenamente como hijos suyos. Por este motivo al nosotros
comenzar a cambiar lo que hacemos es permitirle a Dios que reine, es cederle
libremente el puesto en nuestros corazones para que Él como dueño y Señor de
todo lo creado sea capaz de gobernar libremente a su manera. Esta humilde
actitud es la clave para que Dios en su infinita misericordia nos abra sus
brazos amorosos para acoger nuestra abismal miseria
humana y la convierta en un redentor gesto llamado del
perdón.
Hna Gloria Ospina
lunes, 3 de diciembre de 2012
PARÁBOLA DEL SOL Y SU MORRAL
Era
una mañana espléndida y llena de luz, en
el firmamento las nubes jugaban sobre el terso cielo azul, disfrutando el nacer del
nuevo día.
Esa mañana, desde
muy tempranito se levantó el sol, echó su morral al hombro y salió a caminar
por la agresiva y enmarañada selva que
se encontraba ante sus ojos. Llevaba en
su morral el mejor regalo del mundo, un
regalo que sin duda, haría felices a
todos los habitantes de aquella encantadora ciudad verde.
Hacia la madrugada del día siguiente, entre el
claro-oscuro, ya muy fatigado, se sentó
a descansar; mientras tanto, observó que todos los habitantes dormían plácidamente;
un silencio sepulcral cubría toda la selva.
De repente un gran alboroto llegó a sus oídos:
discusiones, juegos, carcajadas y hasta riñas, como sucede entre nosotros; los
de tal ruido eran nada menos que los árboles jóvenes, los juguetones, los que
inventa cosas nuevas y que a veces también se equivocan, pero que siempre están
listos para todo, como tú y yo.
- “Buenos días” – dijo el sol
– “Hola! Bienvenido! ¡Qué te trae por aquí, entre esta
escarpada selva llena de bejucos marrulleros, enredaderas y árboles empinados?”,
respondió la naturaleza.
– No hay por
qué preocuparse, vengo a traer buenas noticias.
- Oh!!! Suéltala para ver!
Entonces el sol
sacó de su morral, una tarjeta que decía así: -““Soy el Amor,” llego ésta noche y quiero celebrar el Ágape de la fraternidad y de la paz. Todos están invitados a mi fiesta.” Y, como un relámpago la noticia corrió, salió la alegría gritando: Fiesta! Fiesta!
Esta noche llega el Amor, todos estamos invitados a su fiesta.
Muy cumplidas a la cita, llegan de primero, las exóticas
flores y sus pequeñas hermanitas, perfumadas y luciendo la belleza y colorido
de sus elegantes vestidos.
Felices y cantando, se apresuran manadas de pajaritos que
llenan de alegría con sus trinos tan
importante fiesta; aparece en seguida, la
humilde luciérnaga con sus amiguitos los
insectos, mariposas y gusanitos, ofreciendo su pequeña, intermitente y tenue
luz. Finalmente llegan todos los demás animales
y seres vivientes: los alejados, indiferentes, sordos y desanimados, ellos
también son bien recibidos en la fiesta.
De repente, irrumpe
la señora Luna, viene luciendo su hermoso manto bordado de estrellas, luceros y
brillante de jaspe; su presencia inunda de luz la enorme y engalanada sala del
banquete. Y, comienza la fiesta! Pero, oh sorpresa! Brindis de luz; comida de alegría,
servicio, generosidad, solidaridad, delicadeza, bondad fraternidad, amor, entrega, paz, obediencia, sinceridad,
humildad, altruismo, justicia, buenas relaciones, coherencia, gratuidad…Y una
conversación amena, gozosa y delicada.
Y dijo el Amor: Esta es la única forma de ser
verdaderamente felices.
Así quiero vivir con todos los que amo y con los
que me aman. No existe otro camino que
lleve a la felicidad. Adiós! Hasta Pronto!
Hna. Pedrangela Alfonso, mc
sábado, 1 de diciembre de 2012
¡¡¡PREPARARNOS YA Y BIEN!!!
1º DOMINGO
DE ADVIENTO
Lucas 3,1-6
Al escuchar atentamente las lecturas de este 1º domingo
de adviento y en modo particular la del
Evangelio de San Lucas, nos preguntamos: ¿será tal cual como lo describe la Palabra?
o será ¿un lenguaje simbólico? ¿Qué es en verdad lo que el Señor quiere
decirnos? Sin lugar a dudas el mensaje está más que claro: ¡tenemos que estar
preparados para ese gran momento en el que el Señor llegará!
Todos
aquellos que son estudiantes (y los que ya lo fuimos) son muy conscientes de
aquello que les espera para poder culminar sus estudios: las pruebas de toda
índole y por esta sencilla razón la preparación es obligatoria, no hay escapatoria.
Y bien sabemos quienes son los que se quedan y los que continúan hasta el
final, más la diferencia entre el examen de conocimientos y el del cristiano es
que en este último no es posible hacer
ningún tipo de trampa, ni mucho menos engaños pues el que dictamina nuestras
pruebas nos conoce muy bien, sabe quiénes somos, de hecho es un examen que
indaga la conciencia , el corazón y a la misma razón; por consiguiente, la
preparación no es de cualquier manera, como también no lo será el examen, pues
ha de ser nuestro propio ser interior el que definirá nuestra situación como bien lo dice la misma Palabra
divina: “lo que sale de la boca viene del corazón y eso es lo que hace impuro
al hombre…” (Mateo 15, 18 s.s).
Hna. Gloria Ospina, mc
“ADVIENTO TIEMPO DE RENOVACION”
Con
el adviento empezamos un nuevo año litúrgico. Es un tiempo de espera, es tiempo
de preparación para conmemorar el nacimiento del Hijo de Dios. El beato José
Allamano, fundador de las Misioneras y Misioneros de la Consolata nos anima a
vivir este tiempo con estas palabras:
“El
Adviento es un tiempo de renovación: aplanemos las colinas y
colmemos los valles, evitando los pecados y poniendo en práctica las virtudes. Preparémonos,
animemos nuestro corazón para amar, para que el Señor lo llene de sus gracias.
Jesús no viene si no es deseado. Jesús vendrá a nosotros con mayores gracias en
proporción a nuestra preparación y a nuestros deseos. ¡Que bueno es el Señor!
Él escucha nuestras súplicas y viene habitar en nosotros.”
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