martes, 21 de mayo de 2013

UNA JORNADA EN PASACABALLOS


Un día decidimos, en comunidad, cerrar las puertas de la casa en la misión de Bocachica (isla de Tierrabomba en Cartagena de Indias) e irnos a pasar una jornada con nuestras hermanas de la comunidad de Pasacaballos. De mañanita tomamos nuestro transporte público que es fluvial, hasta la ciudad de Cartagena. Después tomamos el bus hasta Pasacaballos.

 
El encuentro no fue de dos comunidades, sino fue un encuentro de hermanas como de sangre. Fueron momentos de alegría, de compartir nuestras experiencias misioneras. Por la tardecita tuvimos momentos de oración juntas; que rico encontrarnos así alrededor de la Palabra de Dios y en el nombre de nuestro Instituto. Al día siguiente culminamos nuestra visita con la oración y  en honor a María la madre de Dios, alzamos nuestras voces con cantos de alegría, de alabanza.

 Este encuentro como hermanas nos ayudó compartir nuestra experiencia de una misma vocación  y aunque somos de diferentes países, continentes e idiomas lo que nos une es el carisma heredado de nuestro Padre Fundador, el Beato José Allamano.  Siendo Hermanas Misioneras de la Consolata somos llamadas a vivir la consolación entre nosotras en la vivencia comunitaria para después compartir esta vivencia de la consolación a otros, en la vida apostólica.

 
Damos gracias a nuestro Fundador por haber hecho crecer a sus hijas viviendo juntas en comunidad de tal manera que nos podamos amar mutuamente como hermanas. Desde del cielo, él siempre nos acompaña con este amor de un papá amable. Que él siempre sea nuestro modelo y guía en la comunidad y en la misión!

Sr. Jofrida Nzasule


 

miércoles, 1 de mayo de 2013



Santa María, ¡Madre de Dios y Madre nuestra! Eres más madre que todas las madres juntas: cuídame como Tú sabes. Grábame, por favor, estas tres cosas que dijiste:

"NO TIENEN VINO": presenta siempre a tu Hijo mis necesidades y las de todos tus hijos e hijas.

"HACED LO QUE ÉL OS DIGA": dame luz para saber lo que Jesús me pide y un amor grande para hacerlo fielmente.

"HE AQUÍ LA ESCLAVA DEL SEÑOR": que yo no tenga otra respuesta ante todo lo que Él me sugiera.


Oración de San Bernardo

Acuérdate, ¡oh piadosísima Virgen María!, que jamás se ha oído decir que ninguno de los que han acudido a tu protección, implorando tu auxilio, haya sido desamparado. Animado por esta confianza, a ti acudo, oh Madre, Virgen de las vírgenes, y gimiendo bajo el peso de mis pecados me atrevo a comparecer ante ti. Oh madre de Dios, no deseches mis súplicas, antes bien, escúchalas y acógelas benigna mente. Amén.

Feliz mes  de Maria