Misioneras de la Consolata Colombia - Venezuela

TRABAJANDO Y FESTEJANDO 

 En los días 04 al 08 de enero del  año 2016 las Hermanas Misioneras de la Consolata de la región Colombia-Venezuela se reunieron en su primera Asamblea de la nueva configuración según el plan de reestructuración del Instituto, para reflexionar, discernir y redefinir las opciones apostólicas de la región.

Fueron días de intenso compartir fraterno, aportando cada una sus experiencias de vida y misión en el espíritu de familia que el padre fundador, Beato José Allamano inculcó a sus hijas e hijos.

Durante estos días las Hermanas tuvieron la oportunidad de concretizar el trabajo dejado por la Dirección General sobre el Directorio General que les ayudará a vivir en la  práctica las Constituciones.

Hubo momentos celebrativos: la Eucarista de apertura de la Asamblea fue presidida por Monseñor Joaquín Pinzón, Obispo del Vicariato de Puerto Leguízamo-Solano y concelebrada por el  Padre Julio Caldeira –IMC-. Cada día lo iniciamos con la Santa Eucaristía  celebrada por  sacerdotes amigos y/o familiares de las Hermanas, quienes, con sus homilías y testimonios de vida reavivaron nuestro ser de “Misioneras consagradas para la  misión Ad- Gentes”, esto a la vez no ayudó a sumergirnos en  nuestras fuentes carismáticas.

Finalizando la Asamblea Regional se tuvo una noche cultural variada y animada con la  participación de la mayoría de las Hermanas, evento que a la vez sirvió como  preparación al grande Jubileo de  cinco  Hermanas: Angelina Sangalli, Consuelo Medina y Pedrangela Alfonso  quienes celebraron sus 60 años y las Hermanas Judith Kikoti y Maria Gracia Duarte, 25 años de consagración  a Dios para la Misión.

Concluimos con una Eucaristía  agradeciendo al Dios de la vida por su  Fidelidad para con  nuestra familia. En esta ocasión nos acompañaron Monseñor Francisco Javier Múnera, Obispo del Vicariato de San Vicente del Caguán,  los Padres: Armando Olaya, Julio Caldeira, Eduardo Reyes, Horacio Zuluaga nuestros hermanos de la Consolata y algunos familiares y amigos de las Hermanas jubilares.

         Colocándonos en las manos de Señor y conscientes de que el Padre Fundador José Allamano y la Consolata caminan a nuestro lado, les confiamos estos nuevos caminos de la misión.